El otro día leí a un artículo acerca de las seudociencias que se están poniendo de moda a propósito del Consuelling. Lo cierto es que hoy en día han surgido numerosas terapias que hacen que la gente se pierda entre tanta nombre inglés. Siempre he pensado que la clave de ayudar a otro está más bien en la persona que ayuda que en el método que utiliza . La clave radica en la confianza y la química que se cree entre los dos.
El otro día leí a un artículo acerca de las seudociencias que se están poniendo de moda a propósito del Consuelling.

Lo cierto es que hoy en día han surgido  numerosas terapias que hacen que la gente se pierda entre tanta nombre inglés. Siempre he pensado que la clave de ayudar a otro está más bien en la persona que ayuda que en el método que utiliza . La clave radica en la confianza y la química que se cree entre los dos.

Pero dicho esto, también es cierto que, a veces, echo de menos EL SENTIDO COMÚN.

Intento tener la mente abierta y respetar todo, pero hay ciertas terapias alternativas,  sean energías cósmicas o  familias imaginarias, a las que no veo fundamento. Alguno me tachará  de científica, y no errará. El mar de interacciones hormonales y químicas que hay en nuestro cuerpo y que se transforman en emociones, sigue pareciéndome fascinante . Dicho esto y admitida mi «científica tendencia», en el fondo lo que defiendo sigue siendo el sentido común y la firme creencia de que todos somos responsables de nuestros actos. Ni nuestros padres, ni la energía universal, ni mucho menos el destino,  tienen la culpa de nuestros males. Es un gran peso lo sé. Viene de perlas poder echar la culpa a algo/alguien ajeno a nosotros. La pregunta es ¿Estamos dispuesto a asumir ese peso? ¿Somos autocríticos? ¿Nos responsabilizamos de nuestra vida y decisiones?.

Respecto a los distintos terapeutas, apelo a la responsabilidad  de estar tratando con personas en un momento vulnerable, y en ocasiones sugestionable y, sobretodo, que depositan su confianza en nosotros. No sería ético ni dar la razón para que se sientan bien, ni crearles a veces problemas  que quizás no exista con su pasado ni ¡por favor! con sus madres.

Por eso me gusta el Coaching. Una Coach lo calificó acertadamente como El arte de ser humilde. Yo añadiría que es el arte del Sentido Común.


De entrada como Coach no te posicionas detrás de una mesa, no eres más que tu cliente ni tienes todas las respuestas, no tienes la varita de la felicidad ni la solución de todos sus problemas. Simplemente estás y acompañas.

No le darás  consejos de qué hacer con su vida.  Ni le dirás qué le falta y qué le sobra. Y esto es clave, pues cuando dejas que la otra persona se explaye y  no das por sentado que tú sabes la solución el cliente te suele llevar a caminos insospechados. A veces el problema no radica donde tu creías. Supone un abandono total del ego sabelotodo.

El coach  no trata personas con patologías,  sino personas que necesitan hacer un alto en el camino para  reflexionar .

Tampoco escuchará interminables elucubraciones sobre tu suegra, tu jefe, tu marido, o tu mala suerte pues no alentará ni el victimismo ni el destinismo. ¡Son buenas noticias! Tu destino, está en tus manos. Claro que hay cosas fuera de nuestro alcance, por eso nos centramos sólo en lo que depende de tí, y sobre lo que tú puedes actuar.

Si te apetece mucho explorar tu relación con tus padres en el pasado tampoco es tu sitio. Estamos mirando hacia tu futuro.

Así que aclarado que eres dueño de tu vida y tus decisiones, y quizás algo incómodo por lo que esto implica, tienes que decidir tú qué quieres hacer con tu vida.

Y dirás , entonces… ¿QUÉ HACE?

El coaching se apoya en una metodología clara y sencilla. Se explora en qué punto estás respecto a tu objetivo, qué creencias te limitan y qué valores te acercan al mismo. Te ayudará a tomar concienca de tus puntos fuertes y cualidades pero siempre sin dirigirte a un camino por él determinado. Es un viaje y  la idea subyacente es moverte de tu confortable y viejo sillón. Así que exploramos las múltiples opciones que tienes para alcanzar tu objetivo , comprobando la más ecológica para tí ( coste/beneficio) . Y una vez elegido, trazarás un plan de acción para conseguirlo  comprometiéndote contigo mismo.

El hecho de verte ya en movimiento hacia tu objetivo con unas acciones claras y un plazo  que tú mismo has determinado tienen consecuencias directas en tu autoestima.

Guau! ¡Por fin!- dice tu cerebro.-¡¡ Parece que nos estamos moviendo!!! ¡Vamos a hacerlo!
¡Claro! – le sonríe indulgente tu corazón,- Siempre supe  que lo haríamos.

Este diálogo interior va subiendo tus endorfinas como la espuma porque de pronto eres consciente de  que  puedes y de que cumples tu palabra con la persona más importante para tí, MISMO.




4 comentarios
  1. Vanessa
    Vanessa Dice:

    Me ha encantado! Esta genial! Lo comparto que a más de uno le vendrá bien leerlo…Gracias!

  2. Diego
    Diego Dice:

    Lo que me gusta del coaching es que ayuda a conseguir objetivos concretos y no se ancla en el pasado que nos limita. Muy interesante

    • PatriciaGayan
      PatriciaGayan Dice:

      Gracias por tu comentario, es verdad que el Coaching está más focalizado en construir un futuro no significa que el pasado no importe pero sí que nos permite pensar que somos dueños de construirnos un futuro nuevo, sin las cosas que nos limitan como tú dices.

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